Entre Hermanos aporta confianza a la atención LGBTQ+

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Hace casi 40 años, un grupo de amigos de Seattle se unió para crear una red de apoyo para aquellos que sufrían el impacto de la epidemia del VIH.

Desde ese momento hasta hoy: se les conoce como Entre Hermanos, y su misión, promover la salud de la comunidad latina de lesbianas, gais, bisexuales, transgénero y questioning (LGBTQ+), se ha extendido no solo a la ciudad o al estado, sino a nivel mundial.

La clave del éxito de Entre Hermanos es un enfoque basado en la cultura para la prevención de enfermedades, la educación, los servicios de apoyo, la defensa y la construcción de la comunidad.

“La mayoría de nuestra comunidad latina son inmigrantes. Es bien sabido que si una persona cambia su entorno o el lugar donde vive, se experimenta un gran impacto”, explica Martha Zuniga, subdirectora de Entre Hermanos. “Tratamos de mantener la parte cultural dentro de nuestra atención y servicios, crear un sentido de familia y un lugar donde la persona pueda sentirse segura y expresarse”.

Parte de esa misión significa comprender que estas personas necesitan algo más que solo apoyo de atención médica. Las prioridades de las personas son la alimentación, la vivienda y mantener a su familia unida, luego comienzan a pensar en sí mismos y en la atención médica, dice Zuniga.

“Cuando las personas se ven reflejadas en la cultura de nuestro espacio, se crea una sensación de confianza y comodidad. Saben que cuando hablan con alguien de nuestro equipo comparten una comprensión cultural o experiencias de vida muy similares”.

Entre Hermanos brinda apoyo en todas esas áreas clave, incluida la prevención y la educación sobre el VIH (cómo y dónde recibir medicamentos, seguimiento médico y pruebas), conexión con servicios relacionados con los alimentos, la vivienda y los servicios de transporte, y apoyo de inmigración a través de un equipo legal que atiende en el centro.

A través de estos servicios integrales, Entre Hermanos llega a más de 7,000 personas anualmente. Esto incluye a 1,000 que reciben intervención directa a través de pruebas de infecciones de transmisión sexual (ITS), información sobre profilaxis previa a la exposición (PrEP) y manejo de casos médicos de VIH, y 6,000 que reciben condones gratuitos a través de campañas de captación, dice Edgar Longoria, director ejecutivo de Entre Hermanos.

Los administradores de casos médicos actualmente brindan servicios de apoyo a 200 personas, y el equipo legal tiene más de 90 casos activos.

Cómo ampliar el alcance de Entre Hermanos

Cuando se entendió que estas necesidades se expanden mucho más allá del condado de King, Entre Hermanos comenzó a expandirse a otras áreas del estado, incluida la comunidad de Yakima.

“Llegar a Yakima ha sido nuestro sueño durante mucho tiempo”, dice Zuniga. “Tenemos personas que vienen y conducen desde Yakima, las Tri-Cities, Spokane y Wenatchee para obtener servicios aquí porque en ese lado del estado, no hay nada similar para ellos”.

Según el censo de 2022, las personas que se identifican como hispanos o latinos representaban casi el 53 por ciento de la población del condado de Yakima, y la gran mayoría mencionaba el español como su primer idioma.

Muchos también pueden hablar un idioma que no sea inglés o español, ya que han venido de Cuba, Nicaragua, Chile o Colombia, agrega Zuniga.

Durante la pandemia de COVID-19, la información importante estaba disponible en inglés y en español, pero se pasó por alto a muchas personas, dice. Con el apoyo del Departamento de Salud del Estado de Washington (DOH), Entre Hermanos produjo videos informativos en numerosos idiomas para garantizar que todos tuvieran acceso.

Encontrar apoyo y servicios en su idioma es importante porque las cosas pueden perderse fácilmente en la traducción, explica Eduardo Esparza, administrador de casos no médicos con sede en Yakima de Entre Hermanos.

“Tengo clientes que me llaman porque la farmacia les dice que no pueden surtir su medicamento. Lo que piensan es: ‘No quieren darme mi medicamento’, en lugar de entender que su cobertura está vencida “, dice Esparza. “Entonces es cuando hago algunas llamadas para que su administrador de casos médicos averigüe cuál puede ser la situación para que podamos abordarla y resolver el problema”.

Yakima tiene algunos recursos, pero el idioma español puede no ser una opción, explica. Y si las personas encuentran proveedores que hablan español, la forma en que se prestan los servicios puede no reflejar su cultura, añade Zuniga. Como resultado, es posible que se pierda la confianza.

La cultura es la base de la confianza

“Cuando las personas se ven reflejadas en la cultura de nuestro espacio, se crea una sensación de confianza y confort”, explica Longoria. “Saben que cuando hablan con alguien de nuestro equipo comparten una comprensión cultural o experiencias de vida muy similares “.

Trabajar con administradores de casos que tienen esa conexión cultural también ayuda a desarrollar la confianza y la comprensión del tratamiento, explica Alejandra Grillo-Roa, gerente del programa de prevención y atención de Entre Hermanos.

“Nunca pediremos estatus migratorio ni cobraremos por nuestros servicios. Es gratis y confidencial y todo se hace con amor “, dice Grillo-Roa. “No necesitan un intérprete para expresar cómo se sienten. Si están en crisis, es importante que no tengan que hablar a través de otra persona”.

Entre Hermanos ayuda a los clientes a inscribirse en toda la cobertura de VIH para la que reúnen los requisitos ante el DOH, luego programamos su primera cita de atención primaria en una clínica de confianza, explica Grillo-Roa. Los administradores de casos de VIH pueden acompañar a los clientes a su primera cita y hacer un seguimiento para asegurarse de que lo entiendan todo.

El programa de navegación PrEP es uno de los más utilizados por Entre Hermanos: el equipo conecta a los clientes con asistencia financiera para sus medicamentos y atención de afirmación de género y les brinda recursos de apoyo para el cambio de nombre y tratamientos hormonales o quirúrgicos.

“Queremos asegurarnos de que no haya un lapso en lo que necesitan”, dice Grillo-Roa. “No sabemos durante cuánto tiempo permanecen con nosotros. Hemos tenido clientes durante 11 años, y algunos también necesitan más servicios y trabajan con un administrador de casos no médicos, mientras que otros se vuelven más independientes y simplemente se comunican con nosotros”. 

Independientemente de cuánto apoyo necesiten los clientes, Esparza considera que su papel más importante es ser una persona a la que seguro pueden acudir.

“También trabajo medio tiempo en una tienda minorista y, a veces, puedo interactuar con la comunidad, y ellos me cuentan o me preguntan sobre mi trabajo en Entre Hermanos”, dice. “Empiezan a abrirse y a contarme sobre su orientación y si tenemos cosas para ayudar”.

Una vez al mes, Esparza repone su suministro de condones para tener a mano cuando las personas de la comunidad piden ayuda. Son caros en la tienda, y muchas personas pueden ser reacias a ir a Entre Hermanos en persona porque podrían surgir preguntas sobre su orientación sexual, explica.

“En las zonas rurales definitivamente hay una falta de visibilidad”, añade Longoria. “Sabemos por qué las personas dudan en salir y sentirse orgullosas en comunidades pequeñas, pero aportamos ese sentido de comunidad y aceptación con nuestros servicios. Eso es algo que no se puede reemplazar”.

Liderar el cambio

Además de proporcionar servicios importante de apoyo y conexión, Entre Hermanos es líder en defensa y construcción de un futuro mejor para la próxima generación.

“Nuestra visibilidad es realmente importante, pero nuestras necesidades también son muy similares a las de otras grandes comunidades y organizaciones”, dice Longoria. “Desde hace poco, nos hemos centrado en nuestros esfuerzos de coalición”.

Entre Hermanos trabaja en estrecha colaboración con varias comisiones municipales y estatales centradas en temas LGBTQ+, latinos e inmigrantes, y tiene presencia en muchas reuniones, ferias de salud y eventos comunitarios.

“Afortunadamente, en Washington tenemos mucho apoyo a través de socios, patrocinadores y donantes, lo que marca una gran diferencia”, añade Longoria. “Pero también reconocemos que el trabajo que hacemos aquí, en gran parte debido a las redes sociales e Internet, llega a lugares que nunca pensamos que lo haríamos”.

La gente en Centroamérica está volviendo a compartir las publicaciones de Entre Hermanos y les agradecemos, dice. Grillo-Roa añade que han llegado nuevos clientes que se enteraron del programa antes de mudarse a Estados Unidos.

Ya sea a través de canales tradicionales como el sitio web y las redes sociales, o grupos de apoyo entre pares, eventos comunitarios o podcasts, es importante seguir creando conciencia, dice Grillo-Roa.

Se necesita tiempo para construir esa confianza, especialmente en una nueva comunidad. Agrega que ella espera que las personas los encuentren y sepan que son un lugar seguro, libre de juicios.

“Asociarse para brindar servicios de atención sanitaria y un futuro saludable” es la misión de MultiCare, y nos inspira a formar conexiones que ayuden a mejorar la calidad de vida de nuestras comunidades. Las organizaciones comunitarias que nos rodean están haciendo un trabajo increíble, y estamos inspirados y entusiasmados de apoyar ese trabajo.

Historias de nuestra comunidad es una serie continua concebida para sumergirse en algunas de estas organizaciones*, dar vida a sus historias y difundir cómo están mejorando nuestras comunidades.

*Algunas de las organizaciones en esta serie son beneficiarias de MultiCare’s Community Partnership Fund, que otorga fondos a organizaciones sin fines de lucro que trabajan en iniciativas, programas y proyectos que mejoran nuestra comunidad.